A fines del siglo XIX llegan a Chile, desde Italia, los Misioneros Pasionistas. Se instalan en la actual comuna de Ñuñoa, en una propiedad donada por don Luis Gandarillas. Inmediatamente después de su arribo construyen la capilla “Nuestra Señora de los Dolores”. Posteriormente, en 1906, levantan el actual templo de fuerte influencia neoclásica.
Santa “Gemita”, como la llaman cariñosamente sus devotos, nace en Italia en 1878. Siendo una adolescente decide entregar su vida a Dios, viviendo una gran frustración al no ser admitida en el Convento de las Monjas Pasionistas, por carecer de la salud necesaria para la vida religiosa.
Su vida estuvo marcada por el sufrimiento físico y moral. Tuvo periódicamente los estigmas de la Pasión y sufrió ataques físicos del demonio. Nada logró separarla del amor a Jesucristo y a la Virgen.
Murió el año 1903 con solo 25 años. Fue beatificada en el año 1933 y canonizada en 1940 como santa pasionista.