El Santuario del Padre Hurtado abrió sus puertas el 19 de noviembre de 1995. El silencio, belleza y sencillez de este santuario urbano -ubicado en medio de un barrio popular, densamente habitado, bullicioso y característico de la comuna de Estación Central– sobrecoge a quienes lo visitan para solicitar la intercesión, dar gracias al santo o simplemente buscan un momento de paz. 

A la muerte del Padre Hurtado en 1952, el gobierno de la época permitió que sus restos descansaran en la capilla velatorio de la Parroquia Jesús Obrero. Al poco tiempo el pintor Miguel Venegas Cifuentes ambientó el lugar con el cuadro de Jesús en el sermón de la montaña, acompañado por el texto de las Bienaventuranzas, según San Mateo.

Aquí, sus amigos y discípulos se juntaban para recordarlo y orar en el aniversario de su muerte. Paulatinamente, ese recuerdo se fue convirtiendo en gratitud a Dios por su visita a Chile en la persona de Alberto Hurtado y en ocasión de exponer ante el Señor penas y problemas, cuya resolución favorable era considerada fruto de su intercesión.

Al ser beatificado en Roma el 16 de octubre 1994, al costado de su tumba ya estaba en construcción un lugar que permitiera un acceso más cómodo para los miles de peregrinos que visitaban este lugar.

El Padre Hurtado sigue mediando
El sacerdote jesuita Jorge Muñoz, es en la actualidad el rector del Santuario. Él reflexiona que este bello lugar, anclado en una comuna sencilla del Gran Santiago, pero que tiene todo el significado de ser el lugar donde el Padre Hurtado desarrolló gran parte de su labor social: “Si Alberto Hurtado se desvivió por mostrarle a sus contemporáneos una realidad que no muchos veían y conocían, hoy, el Santuario, ha tomado ese testimonio, pues quienquiera encontrarse de manera privilegiada con el Padre Hurtado, tiene que hacerlo aquí, donde siguen abundando situaciones de pobreza y marginación importantes, más aún con el fenómeno de la migración”.

Agrega el Padre Jorge que “Por otra parte, es hermoso conocer las historias de tantos y tantas que siguen acudiendo al Santuario en busca de una gracia para su vida, y es hermoso darse cuenta cómo el Padre Hurtado sigue mediando para que eso suceda.

En estas circunstancias mundiales de crisis social y económica, siento que el influjo de nuestro santo seguirá siendo importante para invitarnos a una mirada donde la persona necesitada esté en el centro de nuestra acción”.

El Santuario del Padre Hurtado está abierto de lunes a domingo, de 9:00 a 16:00 horas, incluyendo los festivos (excepto los irrenunciables) Ver aquí horarios de misas y atención a público.

PAPA FRANCISCO: “UNIDOS POR UNA MISMA FE Y UN AMIGO EN COMÚN: SAN ALBERTO HURTADO”

El papa Francisco envió una carta personal para unirse a las celebraciones de los 25 años de fundación del Santuario del Padre Hurtado que se celebraron el jueves 19 de noviembre. “También yo me siento movido a unirme a su acción de gracias y a sus peticiones, que son un clamor de fe y confianza” señala el Pontífice.

La carta, dirigida al rector del Santuario, Padre Jorge Muñoz S.J., se extiende también “a todos los trabajadores, voluntarios y peregrinos que se acercan a ese Santuario con el corazón lleno de esperanza”.

En su mensaje el Papa señala que recuerda su viaje a Chile, cuando tuvo la oportunidad de visitar el Santuario y encontrarse “con tantos rostros, diversos y al mismo tiempo unidos por una misma fe y un amigo en común: san Alberto Hurtado”.

Agrega que “La figura de este santo chileno, su vida y obra continúa iluminando el apostolado de muchos y dando esperanza a tantos hermanos nuestros que se encuentran al margen del camino, que necesitan de una presencia cercana que los ayude a seguir adelante, sostenidos por el don de la fraternidad universal”.

Contento, Señor, contento

“Tengamos presente esta jaculatoria que solía repetir el P. Hurtado: “Contento, Señor, contento”, a lo que agregaba: “Y para estarlo decirle a Dios siempre: Sí, Padre”. Que estas palabras continúen resonando en ustedes, que se refleje en la vida de ese Santuario y en todas las actividades que se llevan a cabo, para que la alegría del Evangelio se irradie y llegue a todos”, dice el Santo Padre.

La misiva termina con la bendición del papa Francisco en nombre de Jesús y de María, y la solicitud de siempre de rezar por él.