En este lugar de veneración de la Virgen del Carmen se conjugan, como los maderos de una cruz, dos aspectos fundamentales: la historia y la fe. Su origen se remonta a la promesa que hicieron los habitantes de Santiago en la Catedral de la ciudad, el 14 de marzo de 1818, de construir un templo dedicado a la Virgen del Carmen en el lugar donde se consiguiera la Independencia de Chile, lo que ocurrió el 5 de abril de ese año en la Batalla de Maipú.

El primer templo, denominado “Capilla de la Victoria”, fue terminado el año 1885. Fue demolida en 1974 para dar paso al nuevo templo votivo Santuario Nacional de Maipú.

Su gran tamaño y particular arquitectura evoca a la Virgen del Carmen que cuida desde las alturas a sus hijos.

Es un lugar frecuente de peregrinaciones, de grandes celebraciones litúrgicas y de acogida a múltiples expresiones de religiosidad popular, donde se experimenta la protección maternal de María, la historia de Chile y el espíritu de su pueblo.